Donald Trump ha sido durante décadas una de las figuras más influyentes del mundo. Ya sea en su faceta de empresario o como presidente de los Estados Unidos, el magnate suele hacer que el mundo se ajuste a su voluntad, aunque existe algo que siempre se le ha escapado: adquirir un equipo de la NFL.
La primera ocasión en que Trump habría intentado unirse al círculo de propietarios de la liga de fútbol americano fue en 1981. Aunque el actual presidente de los Estados Unidos lo ha desmentido en múltiples ocasiones, varios informes de medios indican que lideraba un grupo de seis empresarios que buscaban comprar a los Baltimore Colts de aquel entonces. La oferta inicial, que ascendía a 50 millones de dólares, no prosperó.
Donald Trump buscó adquirir a los Dallas Cowboys
Años más tarde, en 1984, cuando Clint Murchison Jr. anunció su intención de vender a los Dallas Cowboys, el nombre de Trump apareció de inmediato. Nuevamente, el empresario presentó una oferta de 50 millones de dólares, aunque la complicada situación financiera del equipo lo llevó a desistirse.
Después de dos intentos fallidos, Trump inició negociaciones con Billy Sullivan, en ese momento propietario de los New England Patriots. Corría el año 1988 y el magnate había vuelto a poner su mirada en la NFL, tras su experiencia con la USFL, que intentaba competir con la NFL. Sin embargo, las negociaciones no dieron resultados y Trump decidió retirar su oferta, ya que no estaba dispuesto a asumir la deuda de la construcción de un nuevo estadio.
En 2014, Trump volvió a expresar su interés por involucrarse en el mundo del fútbol americano al intentar adquirir a los Buffalo Bills. La competencia con el artista Bon Jovi fue intensa, lo que finalmente obstaculizó el sueño del empresario de poseer un equipo.