Son pocos los que han logrado vencer al formidable Big 3, integrado por Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer. Además, no muchos han alcanzado la condición de finalistas en un Roland Garros, y aún menos han conseguido hacerlo superando al rey de la arcilla, Nadal. Este es el caso de Robin Söderling, quien llegó a ser número 4 del mundo, pero tuvo que retirarse del deporte a los 26 años debido a una enfermedad.
En 2009, Robin pasó de ser un tenista sin grandes expectativas a convertirse en una de las sorpresas más destacadas del tenis global. Ese año logró vencer a Nadal en Roland Garros, haciendo realidad lo que pocos consideraban posible, y también se impuso a Djokovic en un partido memorable. Al año siguiente, además, puso fin a la increíble racha de Federer en los Grand Slams.
Sin embargo, su éxito no fue meramente fortuito. Nacido en Tibro, Suecia, el 14 de agosto de 1984, Söderling no sobresalió en sus primeros años y pocos confiaban en su potencial. Fue en ese momento cuando Magnus Norman, un destacado tenista sueco, entró en su vida. Norman fue clave para potenciar sus fuertes golpes y transformarlo en un competidor imbatible, llevándolo a alcanzar niveles que jamás había soñado.
Desafortunadamente, su prometedora carrera se vio truncada por una enfermedad, específicamente la mononucleosis, que lo obligó a retirarse, impidiendo que dejara un legado aún más grande.
Robin Söderling, un talento arrebatado por la enfermedad
En 2011, tras ganar el torneo de Bastad, su carrera se detuvo abruptamente a causa de la mononucleosis. Meses de convalecencia, dolor y sufrimiento marcaron ese período. A pesar de que su retiro formal ocurrió en 2015, su último encuentro oficial, a los 26 años, se llevó a cabo en 2011, lo que puso fin a su ilustre trayectoria.
Años más tarde, expuso su lucha contra la depresión y los pensamientos suicidas.
“Hubo días en los que no podía salir de la cama, solo deseaba desaparecer. Busqué en Google cómo suicidarme. Cualquier cosa parecía mejor que vivir ese infierno”.
Sus palabras ilustran el profundo sufrimiento y la desesperación que experimentó, reflejando un destino cruel que le robó su sueño y su amor por el tenis.
Su triunfo frente a Nadal y su clasificación para el ATP Finals
Todos están al tanto del vínculo especial que Rafa tiene con Roland Garros. Con 14 títulos en su historia, se ha convertido en el jugador que más veces ha ganado este Grand Slam, dejando una marca imborrable desde su primera aparición a los 19 años.
Desde su debut en 2005, donde se llevó el campeonato, el manacorí nunca había caído en este certamen. Revalidó su título en 2006, 2007 y 2008, pero en 2009, un joven Robin Söderling interrumpió su impresionante trayectoria al derrotarlo en cuatro sets durante los cuartos de final. Fue el momento en que el sueco comenzó a darse a conocer en el circuito.
Posteriormente, el sueco alcanzó la final, donde se midió con el legendario Roger Federer, quien finalmente lo venció y ganó por primera y única vez el Grand Slam parisino. Después de esa final, al sumar destacadas actuaciones en general, “Soderking” logró asegurarse un lugar en el ATP Finals, que se celebró en Londres.
En ese torneo, compitieron grandes figuras del tenis como Nadal, Federer, Djokovic, además de Andy Murray, Juan Martín Del Potro, Fernando Verdasco y Nikolay Davydenko. Allí, en la fase de grupos, Söderling superó tanto al español como al serbio en sets consecutivos, logrando avanzar a las semifinales, donde fue derrotado por el argentino Juan Martín del Potro.
Sin embargo, la historia no termina ahí
En el Roland Garros de 2010, Roger Federer llegaba con una impresionante racha de 23 Grand Slams consecutivos, alcanzando al menos las semifinales, pero fue Robin quien la cortó. En los cuartos de final, el sueco logró su única victoria en su carrera contra él, compensando así la derrota sufrida en la final de 2009.
De este modo, volvió a llegar a la final, pero esta vez no pudo vencer a Rafa Nadal, quien lo derrotó en sets corridos para alzarse con el título.